Bruselas día 2- Nochevieja




¡¡¡Hoy era Nochevieja y estábamos fuera de casa!!! Qué ilusión :)

 Después de desayunar, cogimos el tranvía dirección el centro de la ciudad para visitarla de día. Hoy, después de dos días en Bruselas, por fin íbamos a verla.

  • Parque de Bruselas: ya os dije que el hotel estaba muy bien comunicado con el centro y esta vez el tranvía nos dejaba justo en la puerta. Ciertamente no nos pareció una visita indispensable, quizá en primavera o verano sí, pero en invierno con todos los árboles pelados... no nos hizo mucha gracia la verdad.

  • Palacio Real: ¡el único sitio de toda Bruselas donde no había nadie! ¡¡¡Y qué bien!!! Sólo se puede ver por fuera durante el invierno ya que es la residencia Real pero en agosto su interior es visitable.




Si sigues recto por esta avenida llegas a la zona donde están todos los museos. Nos encantó. Está lleno de edificios preciosos, sin tanta aglomeración de gente, con callecitas preciosas, con buenas vistas a la parte baja de la ciudad... No sé, estuvimos callejeando bastante y nos gustó mucho.
También en esta zona se encuentra la
  • Iglesia de Notre Damm:su entrada es gratuita y bastante bonita por dentro. Enfrente está este parque tan bonito con la fuente.





 Os dejo alguna foto de la zona.








Desde la plaza donde se encuentra este monumento, hay un ascensor que te lleva a la zona baja de Bruselas. Una vez abajo, fuimos callejeando viendo:

  • Iglesia du Grand Sablon
  • Parque du Grand Sablon
Hasta que llegamos a nuestro último punto de la mañana:
  • Mont des Arts: en navidad lo decoran con bombillas que van cambiando de color y al estar justo debajo de la zona de los museos tiene muy buenas vistas también. Nosotros sólo lo vimos de día peo de noche esas luces tienen que ser la caña.







 Seguimos caminando hasta Delirium para tomarnos una caña antes de comer. Ya era la segunda vez que íbamos y no iba a ser la última.






Después de esta parada técnica, volvimos a ponernos en pie para buscar un sitio para comer. Acabamos comiendo unos noodles en un wok muy pequeñito que nos encantaron.
De allí nos fuimos a por el tranvía para volver al hotel. Queríamos dormir un poco ya que esa noche íbamos a llegar tarde a dormir.

 Yo había reservado en Chez León a las 21:00 para cenar. Era nochevieja y eso había que celebrarlo. Llegamos un poco antes de la hora y decidimos empezar la noche con una cerveza en Delirium.
Yo tenía ganas de probar la gastronomía belga y sus famosos mejillones con queso al horno pero la verdad... me quedo con sus gofres y sus cervezas ;)






Acabamos de cenar casi a las 23:00 y tuvimos que correr para llegar al Atomium. Para celebrar el año nuevo, hacen una especie de festival con DJ desde las 19:00 hasta la 01:00 y a las 00:00 tiran fuegos artificiales.

 Cuando salimos del restaurante, pedimos un Uber porque no sabíamos si en metro íbamos a llegar. Aún así había muchísimo tráfico y nos tuvo que dejar un poco antes porque estaba la calle cortada. Fuimos andando hasta el parque del Atomium pasando de largo hasta dos accesos puesto que estaba lleno y no dejaban entrar hasta el acceso C con lo que eso conllevaba... andar, andar y andar bordeando todo. Una vez llegamos a la puerta, estaba abarrotado y había control para no introducir bebida. ¡MIERDA! Nosotros llevábamos unas cervezas en la mochila para poder brindar. Las tuvimos que dejar fuera.
Después de un rato de cola, yo conseguí entrar antes de las 00:00 pero mi marido no así que acabamos recibiendo el año separados por un control de acceso ;D
Al minuto consiguió entrar, sacamos las uvas y los lacasitos que llevábamos en la mochila y nos las comimos como pudimos jajajaja. Y diréis ¡pues vaya entrada de año! Pues... ¡¡¡diferente!!! A nosotros nos dio igual, estábamos a km. de casa, en la calle, viajando, juntos... no necesitábamos más. Y lo cierto es que lo que llevamos de año está siendo estupendo.

Los fuegos artificiales no se veían mucho porque había niebla pero nos dio igual y bailamos un poco al ritmo del DJ.





Cuando acabó la fiesta, volvimos a recoger nuestras cervezas que seguían allí y nos las fuimos tomando por el camino. Cogimos el tranvía en principio con intención de parar en el centro a seguir la noche pero el trayecto se nos hizo tan largo que se nos quitaron las ganas. Al final acabamos yendo al hotel y tomándonos la última en la habitación. 
Hacía años que no me iba a la cama tan pronto una nochevieja pero oye, lo volvería a repetir. Sin duda la mejor forma de terminar y empezar el año.

¡Otro sueño cumplido!


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares