Yogyakarta día 2. Borobudur y Prambanan





Para este día habíamos contratado un conductor de habla inglesa durante 8-10 horas por 500.000 rp. Lo llevamos contratado desde aquí así que si os interesa me mandáis un email y os digo los datos.


A las 03.30 nos recogía en el hotel y sí, el madrugón fue notable pero mereció la pena.

Vamos con la ruta!!!

  • Amanecer en Borobudur: la entrada son 450.000rp e incluye el desayuno en el hotel que hay dentro del recinto. También te dejan una linterna y te dan un regalito a la salida.
Ver el amanecer desde aquí es maravilloso. Llegas totalmente de noche y poco a poco van apareciendo las campanas bajo un cielo mágico.
 Lo único malo es la cantidad de gente que hay pero si esperáis un poco, seguro que podéis sacaros bastantes fotos solos.
También deciros que llevéis una chaqueta, como podéis ver, nosotros la usamos.







 Después de desayunar volvimos al coche para ir al siguiente templo.
  • Prambanan: la entrada son 234.000rp y dentro del recinto puedes ver otros templos más pequeños. Merece la pena verlo completo.  
Aquí os vais a aburrir a haceros fotos con la gente local. Es una experiencia un tanto rara pero graciosa, todo el mundo quería hacerse fotos conmigo y veías cómo los niños te hacían fotos destrangis.





 Después de ver todo y hacer mil fotos volvimos al coche para ir al último punto de la mañana:
  • Parque Pinnus Penger: la entrada son 2.500rp. Es un parque situado en lo alto de una montaña con lo que las vistas son impresionantes. Suele estar frecuentado únicamente por locales y es un lugar bastante tranquilo.
Hay sitios realmente bonitos para hacerse fotos.





Por último, le dijimos al conductor que nos llevara a la calle Prawirotaman para comer. Es una calle llena de restaurantes geniales que a nosotros nos encantó, es más, volvimos el resto de días a comer y a cenar.

El primer restaurante que probamos fue el Via Via y nos encantó.
 






 Pasamos la tarde en la piscina y después salimos a cenar a la misma calle. Esta vez entramos en Easy Going.





Para el postre nos acercamos a una heladería riquísima que hay al principio de la calle, su nombre es Il templo del gelato.

*Para este día elegí un vestido con estampado de elefantes de H&M, sudadera de Stradivarius, zapatillas de Polinesia y mochila de una tienda local, todo de otras temporadas.

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